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Gallo de Barcelos mediano de cerámica no pintada. Esta pieza esencial de la cerámica tradicional y de la artesanía portuguesa no puede faltar en casa como pieza decorativa o como un símbolo nacional. Este ejemplar sin pintura permite dar rienda suelta a la imaginación arriesgando pintarlo de manera personal y única. Se puede también mantenerlo sin pintar, como pieza decorativa que preserva todo el simbolismo del Gallo de Barcelos con un aspecto más moderno y simplista.
El gallo típico que se convirtió en un símbolo del turismo de Portugal nació en los años treinta en Galegos Santa Maria por las manos del alfarero Domingos Côto.
Medidas: 20 cm alto
Color: barro crudo
Leyenda del Gallo de Barcelos
Un peregrino en su camino hacia Santiago de Compostela, es acusado de robo al salir de Barcelos y condenado a la horca. En una apelación final solicita ver el juez, que se prepara para comer un pollo asado. Como el juez no se convence de su inocencia el peregrino apunta al pollo asado en la mesa y exclama: "!Es tan verdad que soy inocente como es cierto que cante el gallo cuando yo sea ahorcado!" El juez ignora la llamada, pero cuando el peregrino esta en la horca el gallo se levanta de repente y canta. El juez, al darse cuenta de su error va a la horca y salva al prisionero. Según la leyenda, el peregrino regresó años más tarde para esculpir la Cruz del Señor del Gallo, que se encuentra actualmente en el Museo Arqueológico de Barcelos.